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Sesión  VI: Aprendizaje cooperativo.

El Aprendizaje Cooperativo ha sido definido por diferentes autores. Los hermanos Johnson lo definieron como “el uso instructivo de grupos pequeños para que los estudiantes trabajen juntos y aprovechen al máximo el aprendizaje propio y el que se produce en la interrelación”. Por su parte, Joan Rué lo definió como un “grupo de procedimientos de enseñanza que parten de la organización de la clase en grupos mixtos y heterogéneos donde los alumnos trabajan de forma coordinada para resolver tareas y profundizar en su aprendizaje”. La finalidad del Aprendizaje Cooperativo no es aprender a hacer las cosas juntos, sino aprender juntos a hacer las cosas solos.

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Esta forma de aprendizaje es importante porque, según el cono de aprendizaje de Edgar Dale, una gran parte del conocimiento que aprendemos lo hacemos cuando decimos y hacemos. El Aprendizaje Cooperativo tiene una serie de ventajas, como pueden ser:

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  • Contribuir a aceptar la diversidad y favorecer la integración de todo el alumnado.

  • Desarrollar capacidades básicas.

  • Exigir una implicación activa.

  • Reducir la ansiedad y potenciar la autoestima.

  • Desarrollar capacidades de convivencia.

  • Mejorar el rendimiento académico.

 

Sin embargo, la comunidad educativa entiende que también hay inconvenientes, ya que piensan que quita tiempo para dar el programa, no se trabajan los contenidos de las áreas o que se genera ruido en clase. Por otra parte, los contenidos del Aprendizaje Cooperativo son la interdependencia positiva (Los esfuerzos no sólo benefician de manera individual, sino también al conjunto del grupo), la interacción cara a cara (Promover el aprendizaje de los demás ayudando, compartiendo, enseñando, animando, intercambiando recursos de materiales...), las habilidades interpersonales (actitudes de liderazgo, comunicación, resolución de conflictos), la evaluación individual y grupal (De manera individual cada miembro analiza el grado de responsabilidad y la implicación dentro del grupo) y la responsabilidad individual (Cada miembro es responsable de cumplir con la parte asignada y el conjunto debe asumir la responsabilidad de alcanzar los objetivos).

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Para que se dé un correcto Aprendizaje Cooperativo, es importante la triada cooperativa, es decir, que haya una participación equitativa, responsabilidad individual e interdependencia positiva. Para llevar a cabo este tipo de aprendizaje es necesario identificar los tipos de grupos y establecer unas normas, unos roles y unas dinámicas. Hay tres tipos de grupos:

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  1. Formales. Pueden estar formados desde una sesión hasta varias semanas de clase y trabajan juntos para alcanzar objetivos comunes.

  2. Informales. Desde unos minutos a una semana de clase. Son grupos reunidos normalmente al azar para una actividad muy concreta. Entre sus objetivos, realizar un comentario entre los alumnos tras una clase magistral, actividades de explicitación de ideas previas, etc.

  3. Base. Funcionan a largo plazo, mínimo un curso. Son grupos heterogéneos con miembros permanentes. Este tipo de grupo permite que sus integrantes se brinden unos a otros el apoyo para un buen rendimiento académico.

 

Para formar los grupos, se pueden seguir factores personales (sexo, nivel de capacidad, intereses…), factores sociales (etnia, nivel socioeconómico, etc.) o factores escolares (nivel de rendimiento, interés por la materia o necesidades educativas). Además, es importante transformar la clase en un espacio de cooperación. Se puede lograr cambiando la distribución del aula. En cuanto a las normas, deben ser pocas, comprensibles, asequibles, en positivo y en plural. También dotamos de identidad de grupo, a través de un nombre, logo, material… En cuanto a los roles, es importante nombrar un coordinador, secretario, portavoz, etc., estableciendo las funciones de cada uno de ellos. Debe haber un cuaderno de equipo.

Actividad VI: Aprendizaje cooperativo.

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