Más adquisición de conocimientos. Esta vez, es el turno de la neurodidáctica y sus diversos componentes. Uno de los más importantes, el de plasticidad cerebral, lo que significa que el cerebro es moldeable y puede darse el aprendizaje a lo largo de toda la vida. Otros componentes importantes son las emociones, la atención, la memoria, el ejercicio fÃsico, etc. Todos ellos provocan un mejor funcionamiento neuronal. En esta sesión, aprendemos que no todos los cerebros son similares, ni los ritmos de aprendizaje. Cada uno es uno y totalmente único. También que hay diferentes dispositivos que ayudan al aprendizaje y diferentes tipos de cerebro. Uno de ellos, el cerebro ejecutivo donde se dan funciones como la memoria de trabajo, la metacognición, etc. Por último, aprendimos que hay diferentes tipos de atención y de memoria. Todo esto lo hemos aprendido gracias a la clase magistral impartida por el profesor (y a las lecturas) y gracias a los juegos y actividades realizados en clase.
A la hora de ser docente, todo esto nos sirve para saber qué no todos los alumnos tienen el mismo ritmo de aprendizaje, que algunos tardan más o menos en interiorizar el conocimiento impartido por el docente. Entender mejor a los estudiantes, nos ayuda a proporcionar una mejor educación, más individualizada y entendiendo los ritmos de cada uno. Además, saber que la cooperación, el ejercicio fÃsico o el juego ayudan a la concentración o la asimilación de los contenidos, puede hacer que los alumnos mejoren sus resultados. Esto se puede emplear en el aula a través de la gamificación, el aprendizaje por proyectos, etc., para fomentar la cooperación o la creatividad. Por último, dado los escasos conocimientos de la población sobre la neurodidáctica, es necesario proporcionar unos conocimientos básicos sobre el cerebro humano en general, y el adolescente en concreto, para entre todos, avanzar hacia un mismo futuro.
